miércoles, 23 de diciembre de 2009

Llega la Navidad


Llega la Navidad. Nacimiento del Niño Dios.
Día de estar juntos con nuestros seres queridos. Física o espiritualmente, pero juntos.
Aún con los que ya no están.
Noche de compartir abrazos, alegría y amor. Día de olvidar lo malo, los rencores, las ofensas, los desengaños, las amarguras, y las frustraciones.
Solamente vivir la Noche Buena con fe, con esperanza, con alegría y con optimismo.
Demos gracias a la vida por todo, por lo bueno y por lo malo. Por algo fue. Pero fue. Vivamos hoy.
Amigas y amigos, este mensaje queremos que llegue e incluya a toda la gente que ni siquiera conocemos personalmente, pero que igual hemos estado y estamos juntos por medio de este maravilloso milagro que es la comunicación.
Que las campanas de nuestra vida toquen a gloria, y que seamos en el mundo, a pesar de la grandeza que este encierra, un apretado conjunto de gente que se quiere, se respeta y se abraza con fraternal afecto.
¡Feliz Navidad ¡ ¡ ¡

jueves, 17 de diciembre de 2009

Un año más


Hoy, cuando me desperté a la mañana, me puse a hacer un repaso.
Ustedes se preguntarán seguramente de que se trata el repaso del que hablo.
Bueno… Un repaso general. Empecemos por la primera idea que tuve, y es que se termina el año. Un año más. No es algo que nunca pasó seguramente. Es sencillo y normal. Pasa cada año.
¿Que frase tonta, verdad?
Pero es que en realidad aunque todos los años pasa, siempre en estas fechas, nos ponemos a hacer un balance de lo que nos ocurrió en el transcurso del mismo, y a la vez un balance, (es obvio), de lo que nuestra vida fue durante ese lapso.
Muchas veces pensamos que nuestra vida ha sido diferente a la vida de las demás personas. Pero, unos más y otros menos, llegamos a la conclusión de que a la mayoría de los mortales nos pasa lo mismo.
Eso sí, unos más y otros menos, la afrontamos de diversas formas.
Se nos presentan en el amanecer de cada día, un montón de perspectivas nuevas.
Cada amanecer es diferente, si, pero para todos igual.
Ayer el sol brillaba, el aire era cálido, los pájaros cantaban, el aroma de la naturaleza toda nos invadió simplemente con abrir la ventana y mirar afuera.
Hoy, no hay sol, hay una garúa tenue, el aire está húmedo, el paisaje está gris.
Sin embargo, depende de nosotros tratar de encontrar en el aire, en la lluvia, en el sol, en la naturaleza toda, la armonía de nuestro espíritu.
He aquí entonces la razón por la que dije que para todos es igual.
Seguramente que todos y cada uno vivimos diferentes situaciones.
El amanecer de cada día es una puerta que abrimos al mundo con nuevas esperanzas, con nuevas expectativas, y con una bolsa en cada mano. Una para descargar todo lo malo que guardamos de ayer, y otra para recoger todo lo bueno que seguramente encontraremos hoy.
Por eso, y volviendo al balance que fue el tema principal de esta nota, y que sin ninguna duda, no crean ustedes que todo fue positivo, pero tampoco negativo, he llegado a la conclusión que seguramente, tendré todos y cada uno de los días que quedan de mi vida un abrir la ventana cada mañana de expectativa.
Pero nunca abriré la ventana con la idea de que el día estará gris.
No me importa si brilla el sol, si hay nubes, si esta lloviendo, si ayer llovió, o si mañana lloverá o estará la mañana alegre.
Hoy, me importa, hoy vivo y doy gracias a Dios por hacerlo. Es un día más para disfrutar.
Lo que pasó en este año, bueno y malo, ya está. Ya pasó. Queda lo nuevo, lo por venir, y trataré de buscar lo mejor.
Seguramente, como todos los seres de esta tierra, será cada día una expectativa, una nueva ventana para abrir. Y allí estaré para abrirla, con esperanza, y con ánimo de seguir adelante.
Está terminando otro año. En pocos días va a comenzar uno nuevecito. Vamos juntos a recibirlo con fe.
¡Feliz año, queridos amigos! ¡A vivir!





































































































































































































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sábado, 5 de diciembre de 2009

Plantas medicinales.


Hay muchísimas plantas que son medicinales, y de las que ni siquiera tenemos una idea. Por esa razón queremos ofrecer la oportunidad a nuestros lectores de aprovechar sus beneficios y aún más, cultivarlas en nuestra casa con este fin.
De esta forma, podrá tenerlas siempre a mano, asegurarse de que no hayan sufrido ninguna contaminación, aromatizar cualquier rincón de la casa, y mas que nada tener la seguridad de que evitaremos por estos medios la extinción de estas especies tan beneficiosas.
Si no se dispone de un espacio para sembrarlas, se pueden cultivar en macetas, en el jardín, mezcladas con las flores en el patio, en el balcón o en la terraza. Cuando se haya encontrado el lugar ideal, se debe retirar todo el pasto, si s la tierra, remover la misma cuidando que no queden raíces o yuyos de ningún tipo. Lo importante es que sea en un lugar donde llegue el sol.
En caso de haber elegido las que se reproducen por semilla como el Diente de león, manzanilla, malva, ruda, espina colorada, etc., se deberán sembrar directamente, procediendo a cubrirlas con una capa de tierra fina, regando luego con una fina lluvia.
Pero existen en cambio otras especies como romero, salvia morada, cedrón, y más, que se reproducen por esquejes o gajos. Aquí cambia el aspecto de la siembra porque se deberán introducir en la tierra ramitas de unos 30 cm. de largo.
Una vez que están en la tierra deberán protegerse colocándoles encima un nylon perforado. Es aconsejable mantenerlas agrupadas, pero cuidando que tengan siempre un espacio para desarrollarse, sin que se invadan.
Es bueno cuidar, por lo menos hasta que se desarrollen completamente, de mantener el terreno cubierto por una capa de paja u otro vegetal, cuidando de retirar insectos u hojas afectadas. Por último, para enriquecer la tierra se deberá abonar de tanto en tanto con un compuesto de tierra y material orgánico.
Verán Ustedes queridos lectores, que los beneficios que nos prestan este tipo de plantas son infinitos, y nos ayudan a mantener nuestra calidad de vida

jueves, 3 de diciembre de 2009

Vivir mejor


Recordando una vieja costumbre china, ella nos indica que el cuerpo necesita tres baños diarios, para liberar las tensiones y mantener la vitalidad.

Esta fórmula además de ser muy placentera y aprovechable, nos permite disfrutar de las horas que dispongamos en el día, y a la vez de hacernos sentir mejor, y disfrutar verdaderamente de la naturaleza.

Uno de los primeros pasos a dar es el tratamiento con agua.

Durante el inverno, sin duda deberá efectuarse en casa, pero por el contrario en el verano se puede aprovechar la pileta, el río o el mar. Es fundamental que el lugar que ocupe el baño sea lo primordial, ya que es donde el cuerpo libera las células muertas, y elimina las impurezas que perjudican la respiración de la piel, y las preparan a la vez para recibir el aire y el sol.

Luego, la otra etapa es pasar no menos de media hora al aire libre, y esto seguramente actuará como un tónico muy beneficioso para el cuerpo.Se debe tener en cuenta que este “baño” se puede disfrutar de diferentes maneras: caminando, trotando, andando en bicicleta, o simplemente sentada al sol, o a la sombra bajo un árbol, o en la azotea o el jardín de la casa. Lo importante es contemplar el cielo, los árboles, las plantas, y disfrutar de esta forma de la Madre Naturaleza. Buscarla para llenar los pulmones de aire puro.

Por otra parte el sol se puede disfrutar un buen rato. En verano protegida la piel. En invierno, disfrutarlo sin temores. Debemos tener en cuenta que la luz y el calor del sol actúan como buen remedió para la depresión, para la anemia, mejora las secreciones de las hormonas, actúa como desinfectante y calcifica los huesos.

He dejado un mensaje saludable y beneficioso sin ninguna duda para quienes gusten disfrutar de la naturaleza. Y de hacer efectivos estos métodos sencillos y prácticos, seguramente se van a sentir mejor.

¡Viva la vida ! …