miércoles, 20 de mayo de 2009

Aprendiendo

Hoy transcribo unas pocas palabras dichas en un discurso por Václav Havel. Las transcribo para compartirlas con los lectores porque considero que tienen un valor inmenso.
Dice así:
“No soy optimista, porque no estoy seguro de que todo saldrá bien. Tampoco soy pesimista porque no estoy seguro de que todo va a salir mal.
Simplemente conservo la esperanza en mi corazón. La esperanza es la sensación de que la vida y el trabajo tienen una razón de ser. Y esa esperanza la tenemos o no la tenemos, cualquiera que sea el estado del mundo que nos rodee.
Una vida sin esperanza es una vida vacía, tediosa e inútil. No consigo imaginarme luchando por algo sin que aliente en mí la esperanza.
Agradezco a Dios este don.
Es un don tan precioso como la vida misma.”

¿No les parece que estas palabras valen mucho?

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