Hoy transcribo unas pocas palabras dichas en un discurso por Václav Havel. Las transcribo para compartirlas con los lectores porque considero que tienen un valor inmenso.
Dice así:
“No soy optimista, porque no estoy seguro de que todo saldrá bien. Tampoco soy pesimista porque no estoy seguro de que todo va a salir mal.
Simplemente conservo la esperanza en mi corazón. La esperanza es la sensación de que la vida y el trabajo tienen una razón de ser. Y esa esperanza la tenemos o no la tenemos, cualquiera que sea el estado del mundo que nos rodee.
Una vida sin esperanza es una vida vacía, tediosa e inútil. No consigo imaginarme luchando por algo sin que aliente en mí la esperanza.
Agradezco a Dios este don.
Es un don tan precioso como la vida misma.”
¿No les parece que estas palabras valen mucho?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario